Welcome to my blog ^.^

rss

domingo, 27 de diciembre de 2009

Christmas...


¿Por qué de repente las navidades se me hacen tan tristes?


¿Por qué de repente todo se me hace tan triste? Tal vez sea por estas fechas...siempre me han gustado y al mismo tiempo, estoy empezando a detestarlas, no son para nada lo que yo siempre he pensado que eran, y ya no puedo recordar la última vez que lo fueron...
Me siento bien en muy pocos momentos del día, que cada vez son más escasos.
En la calle son todo luces, y gente yendo de aquí para allá. Vacaciones. Regalos. Navidad.
¿Por qué me siento tan vacía al pensar en eso?
Incluso cuando no tengo motivos para quejarme...no paro de hacerlo, como si buscara una razón para estar triste, como si lo necesitase...

Per
o no me gusta estar así... A nadie le gusta estarlo, a nadie le gusta tener a alguien triste al lado, porque así como la alegría se contagia, también lo hace a veces la tristeza.
Es mejor sonreír, ya que tengo motivos para hacerlo y dejar esa melancolía a un lado, que sólo Dios si existe, sabe a qué puede deberse.



"Vamos a recuperar la ilusión, vamos a volver a ser niños"



"Vamos a jugar a ser felices y a pintar sonrisas de mentira..."

lunes, 5 de octubre de 2009

I want you to protect me, but I want to take care of you too...


Sé que soy muy idiota a veces, y sé que a veces también parece que te reproche cosas que yo misma hago mal…pero hago todo lo que puedo.

Estoy asustada por lo que me viene encima ahora. Que para cualquiera no es nada.

Pero para mí es mucho. Estoy asustada porque no sé si estaré a la altura, académicamente, socialmente, para encajar…

Pero sobre todo, estoy asustada, porque no quiero que el curso cambie nada de lo unidos que hemos estado últimamente.

Cuánto más triste me pongo por cualquier circunstancia, más te necesito.

Y, aunque te parezca contradictorio, sin embargo más errores cometo contigo y en consecuencia más difícil es todo…

Tengo miedo y ese miedo…sólo desaparece cuando te abrazo, cuando estoy contigo y te veo a mi lado. Cuando te tengo y me siento protegida, cuando siento que no te vas a ir nunca.

Y cada vez que te vas, me pregunto con ansia cuando te volveré a ver, si podré ayudarte yo también a levantarte cuando caigas, si todo va a salir bien…Y a veces no puedo evitar llorar.

Así que por favor, perdóname si hago cosas mal, si cometo errores, pero piensa que haga lo que haga, siempre voy a pensar en ti, siempre vas a ser lo más importante.

Y aunque no pueda ayudarte en todo, estaré a tu lado...si alguna vez necesitas en quién apoyarte, haré lo que pueda por animarte ^^

Porque te amo...Ahora y siempre ^^

domingo, 4 de octubre de 2009

Light...?



¿Qué ocurre cuándo caes en la oscuridad…? Cuándo todo a tu alrededor son sombras tan negras como una noche sin luna.
Si te encuentras en un pozo tan profundo, ¿cómo piensas que vas a salir de él? Los rayos del sol no llegan hasta ahí, y no puedes ver el camino hacia adelante, si es que lo hay.
Escala, confía, ten fe, y sobre todo, lucha. Aunque sea a ciegas. Haz lo que sea. Pero no te detengas. No te quedes parado esperando a que alguien te rescate.
Nadie te tenderá una cuerda para que salgas del pozo. Esa ayuda no llegará.
Y si llega…será porque tú has hecho algo, aunque sea gritar hasta que alguien te escuche y, benevolente, decida ayudarte.
Forma parte de la vida, ¿verdad? Esa de la que aún tengo tanto que aprender.
Las personas que están a nuestro lado durante ella, pueden serlo todo para nosotros.
Las personas que vemos a diario en la calle. Personas sin nombre y sin rostro, alguien que carece de importancia para nosotros.
Pero tanto con unas como con otras a nuestro alrededor…estamos solos.

Nacer y morir, es algo que tenemos que hacer solos.


Esa soledad…a veces duele pero…en ocasiones también es necesaria.
Por eso…
“Puedo apreciar la luz porque antes he conocido la oscuridad”
Sí, y como muchos otros, sé lo que se siente al estar sumido en ella.
Por eso ahora, haré todo lo posible por no dejarme vencer de nuevo por ella y dejar que me arrastre con sus lóbregos brazos hasta ese pozo sin fin.
Por esta vez, al menos, intentaré no rendirme más… Ahora toca ser feliz, seguir siendo feliz...¿verdad?

jueves, 24 de septiembre de 2009

Missing


En un bosque, muy lejos de aquí, vivía una pequeña niña. Siempre había estado sola, pues en el bosque no había ninguna persona. Sólo animales, plantas y árboles.

Se alimentaba de lo que cultivaba de la tierra y a pesar de llevar una vida tranquila, no era feliz.

“Me pregunto qué pasaría si algún día dejara de estar sola…”

No podía recordar a sus padres, de hecho ni siquiera sabía cómo había llegado al mundo. Desde sus primeros recuerdos, había estado allí, en aquel bosque, no sabía ni por cuánto tiempo.

Un día, como tantos otros, salió a pasear por el bosque, con tan mala suerte que se topó con una manada de lobos. No pudo evitar un grito asustado al verlos. El grito de la niña, a su vez, alertó a los lobos de su presencia, si es que no la habían percibido ya…

La miraron, feroces y hambrientos, mostrando sus brillantes colmillos, dispuestos a devorarla. Podían leer el miedo en sus ojos.

La pequeña, desarmada, y sin ningún tipo de defensa, hizo lo único que podía hacer. Huir.

Corrió y corrió todo lo que pudo, pero los lobos estaban cada vez más cerca.

Sin querer, la niña trastabilló al chocar con una piedra, aturullada y nerviosa, y cayó al suelo.

Entonces cerró los ojos, esperando la muerte, y el dolor…

Pero la muerte nunca llegó. Una extraña luz azulada ahuyentó a los lobos, que salieron despavoridos.

La chiquilla no entendía nada.

Entonces apareció de la nada, un joven con extraños ropajes. Era él quien la había salvado con su heroica aparición.

-¿Estás bien?-dijo el joven con una sonrisa, tendiéndole la mano.

Ella apenas pudo responder. Era la primera vez que veía a otra persona. Era la primera vez que alguien la ayudaba así. Al menos era la primera vez que ella podía recordar…

La niña tomó su mano sin dudarlo y esbozó una tímida sonrisa en respuesta a la del joven que la había salvado.

Desde el mismo momento en el que sus ojos se cruzaron, la niña supo que nunca más estaría sola.

Y sin saber muy bien porqué, rompió a llorar. El joven trató de consolarla, y finalmente consiguió llevarla a su casa, siguiendo las indicaciones de la pequeña.

Se quedó con ella toda la noche, hasta que la pequeña se durmió, tomando su mano, como si la conociera de toda la vida.

A la mañana siguiente, la niña despertó con los primeros rayos de sol. Y lo primero que vio fue la sonrisa del muchacho.

-¡Qué alegría que estés mejor!-dijo el chico.

La pequeña no recordaba con nitidez lo que había sucedido la noche anterior, tan sólo podía recordar una extraña calidez que la había acompañado durante su sueño, una calidez protectora, casi maternal…

La niña, curiosa, por saber cómo había conseguido ahuyentar a los lobos, le preguntó al joven por la procedencia de aquella luz que había visto.

El chico, quizá porque ella le daba confianza, quizá porque simplemente pensó que no había peligro en contárselo, le confesó que era un mago y que había utilizado su magia para ayudarla.

Ella se sorprendió mucho, pero sólo sonrió en respuesta a su explicación.

Desde aquel día, el chico decidió visitar a la niña cada día y a ella la hizo muy feliz.

Daban largos paseos por el bosque, hablaban y reían juntos e incluso a veces el joven llevaba a la niña a la ciudad, a la biblioteca, al mercado, a las grandes y bellas fuentes de aguas tan cristalinas como las del más puro riachuelo del bosque. La pequeña quedó maravillada. Tanta gente, tantas cosas diferentes y un nuevo mundo por descubrir…

Al principio estaba asustada, pero con la ayuda de su amigo fue abriéndose paso. Pero por encima de todo aquel universo nuevo, lo que más valoraba, era a aquel joven que un día la había salvado y que ahora era su amigo.

“Así que esto es la felicidad” se dijo la pequeña al ver como había cambiado su vida durante aquel tiempo. No sólo la había salvado de los lobos aquel día, también la había salvado de su soledad…

Cierto día, el chico le dijo a la niña que no podría visitarla más. Le dejó una carta explicándole sus motivos, que la pequeña no entendió.

Lloró y lloró desconsolada, pasaron los días, y los meses y nada sucedió, la niña seguía triste porque no sabía nada de él.

Con el pasar del tiempo, la niña consiguió ser feliz con la ayuda de otras personas, que conoció en la ciudad, que nunca dejó de visitar, pero nunca olvidó a su amigo…

Hasta que un día le llegó una carta, de remitente desconocido, pero ella pudo reconocer fácilmente su letra.

“Volveré pronto” decía. Le mandó también varios regalos, la mayoría, libros, o gemas valiosas y brillantes.

Pero entre tanto objeto lujoso, destacaba una pequeña semilla.

Agradecida, la niña se llenó de gozo, esperando la vuelta de su amigo. Curiosa por la semilla, decidió plantarla.

Con el tiempo, creció un pequeño árbol, que la niña trataba de cuidar. Era un regalo de su amigo y lo cuidaría tanto como pudiera, al menos de esa forma, él estaría con ella hasta que regresara de verdad.

Todos los días, lo regaba y abonaba y podaba sus ramas cuando lo consideraba necesario, pero a pesar de ello el árbol empezó a estar cada día más gris, sus hojas más secas y su color más triste.

“¿Por qué está sucediendo esto?” se preguntó la pequeña, confusa.

Una noche de lluvia, su amigo por fin, regresó. La niña salió corriendo a abrazarle, pero vio que algo en su mirada no era igual.

-¿Qué ocurre?-preguntó la niña.

-Nada…¿No cuidaste bien el árbol, verdad?-dijo el joven de repente, con una mirada extraña.

-Sí lo cuidé…¿por qué me preguntas eso?

-Ese era un árbol mágico…ahora está agonizando…-susurró él.

La niña volvió la vista hacia el árbol. Las ramas estaban caídas, las hojas resecas y apenas se mantenía en pie.

Un montón de recuerdos vinieron a la mente de la pequeña, la mirada del chico al acabarle de conocer, su amistad, todo lo que habían compartido juntos…Todo eso había desaparecido de pronto.

Y entonces con el ruido de la lluvia y el sonido del viento que soplaba a través del resto de los árboles del bosque, sólo se escuchó una voz. Triste y tan sombría como la noche misma.

“Si el árbol no creció en todo este tiempo, habrá que cortarlo, ¿verdad…?”


domingo, 14 de junio de 2009

Happiness is in our hands...?


Se reunieron todos los dioses y decidieron crear al hombre y la mujer; planearon hacerlo a su imagen y semejanza, entonces uno de ellos dijo: Esperad, si los vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza, van a tener un cuerpo igual al nuestro, fuerza e inteligencia igual a la nuestra, debemos pensar en algo que los diferencia de nosotros, de no ser así, estaríamos creando nuevos dioses compañeros...Debemos quitarles algo, pero qué?

Después de mucho pensar uno de ellos dijo: ¡Ya sé! Vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la encuentren jamás.


-Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo; propuso el primero, a lo que inmediatamente repuso otro: No, recuerda que les dimos fuerza, alguna vez alguien subirá y la encontrará, y si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está.


Luego propuso otro: Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar.

Y otro contestó: No, recuerda que les dimos inteligencia, alguna vez alguien construirá algo para bajar al fondo del mar y la encontrará.

Uno más dijo: Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra.

Y le dijeron: ¡No! Alguno llegará a construir naves para viajar a otros planetas y la descubrirá, y entonces tendrán felicidad y serán iguales a nosotros.


El último de ellos, era un dios que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás dioses, analizó en silencio cada una de ellas y entonces rompió el silencio y dijo: Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren.


Todos le miraron asombrados y preguntaron al unísono: ¿Dónde?

-La esconderemos dentro de ellos mismos. Estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán.Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces ha sido así, y así seguirá siendo, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo...

**-Historia que encontré y me gustó, de autor desconocido-**